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miércoles, 20 de agosto de 2008

The Dark Knight... ¿Batman o Joker?

¿Batman... o Joker? Es la inevitable pregunta que se hace cualquiera mientras los créditos aparecen, muy bien acompañados por los rotundos acordes de la banda sonora, sobre el fondo negro de la pantalla. ¿Joker... o Batman?, se sigue preguntando el espectador mientras recorre las filas de butacas hacia la salida de la sala. Unos lo habrán decidido ya, otros tardarán un poco más en elegir, pero no cabe duda que The Dark Knight produce esta disyuntiva en todo aquél que ha visto la película.
Y es que nos encontramos ante la que es, posiblemente, una de las mejores actuaciones del año. La interpretación del difunto Heath Ledger como Joker, hace que la película gire en torno a él. Me atrevo a afirmar que ha plasmado a uno de los mejores malos de la historia del cine. Ejerce esa fascinación que sentimos por los personajes cinematográficos malvados bien logrados, el enemigo del protagonista, sin el cual, el argumento carecería de sentido. Te encuentras sentado en tu butaca, a oscuras, con tus palomitas y tu refresco (que te han costado lo tuyo porque los has comprado en el mismo cine), deseando que vuelva a salir, de alguna forma te mantiene enganchado. Ahí está, el maquillaje pálido; la terrible sonrisa carmesí que no oculta las cicatrices; el pelo largo sucio, desteñido de verde; y los ojos, esos ojos oscuros: no esperas por dónde va a salir, si va a hacer una broma sarcástica, o un acto de cruel sadismo. Es un personaje que te mantiene en tensión, intranquilo, pero a la vez, encantado. El actor ha conseguido hacer que este personaje, en el fondo tan inverosímil o surrealista, sea creíble: es todo un logro. Y aquí está el origen de la pregunta, de la elección: llega a eclipsar al propio Batman.
Desde mi punto de vista, se merece como mínimo una nominación a los oscars (otra cosa es que merezca ganarla, siempre habrá que tener en cuenta a los otros nominados; sería una pena que influyera el sentimiento a la hora de elegir al ganador y que se otorgue el primer Oscar póstumo, sería una pena ya que la propia interpretación es memorable, y de esta manera, dicha interpretación quedaría en segundo plano ante el hecho de la triste muerte del actor). Uno de los puntos más delicados que se planteaban los fans era si Heath Ledger iba a ser capaz de superar la magnífica interpretación de Jack Nicholson como Joker en el Batman de Tim Burton de 1989. Por mi parte diré que son dos personajes distintos: el planteamiento de cada película por parte de cada director no puede ser más diferente, la interpretación del personaje por parte de los actores, también. Nicholson llegó a crear un icono, Ledger lo ha reinterpretado a su manera, con lecturas de comics seleccionados para inspirarse; Nicholson impuso su carisma personal al personaje, efectista como Burton quería; el Joker de Ledger es casi hiperrealista, oscuro, anárquico, sádico y sarcástico. Por lo tanto, ambos personajes son igual de buenos para mí, cada actor llevó al máximo lo que sus directores esperaban de ellos.
En este punto hay que alabar la labor del director Christopher Nolan, que ha logrado una de las mejores adaptaciones de un comic a la gran pantalla: hay que señalar sobre todo, la búsqueda del realismo (no intentar adaptar lo que sale en el comic al mundo real; sino buscar motivaciones, psicologías de la vida real para recrear un personaje de comic). Ya lo hizo estupendamente en Batman Begins, que me sorprendió por dicho realismo (sobre todo después de los 2 últimos bodrios de las entregas de Batman).
Lo que hace que esta película haya recibido tan buenas críticas, además de la labor del director, que mantiene un buen pulso narrativo, son las interpretaciones del resto de actores: en mi opinión, sobre todo la de Gary Oldman, sin duda en estado de gracia, quizás el secundario que se convierte en protagonista. Como comisario Gordon está genial.
Es una película oscura, un thriller, una película negra, de criminales, policías corruptos, mafiosos, venganzas, con un psicópata suelto haciendo de las suyas, más que una película de superhéroes.
Por otra parte, el guión es bastante bueno, no es predecible, el Joker termina desbaratando los planes de los buenos siempre de manera inesperada. Los giros de la trama, sin ser muchos ni impresionantes, son suficientes para mantenerte interesado y no esperar el siguiente movimiento del Joker. A pesar de todo esto, tengo que decir que quizás se alargue un poco el metraje: con un cuarto de hora menos (e incluso 20 minutos) la película no perdería nada, y se evitaría esa sensación quizás de película demasiado larga.
Por último, no me gustaría acabar esta entrada sin decir que se trata de una película que gana bastante en versión original (sin desmerecer ni mucho menos el trabajo de los dobladores españoles, probablemente los mejores del mundo en su trabajo, aunque también es cierto que las películas extranjeras no se doblan por regla general en muchas partes del mundo). La voz de Batman sigue pareciendo algo forzada (¿intenta imitar a Darht Vader?), pero la de Heath Ledger es genial, ha inventado todo un registro para el Joker, impresionante, desde la de un psicópata perturbado, a un payaso alunado, pasando por la de cínico y sarcástico. En este punto si hay que reconocer que Ledger ha fabricado el personaje hasta este punto, mientras que Jack Nicholson se limitó a ponerle su voz al Joker.

1 comentario:

Leticia dijo...

Holaaaaaaa me has hecho interesarme por una película que tenía muy claro que no quería ver.. Aparte de Spiderman (forever) y X-men en pequeñas dosis los superhéroes me aburren un poco.. y si encima me pones a un payaso de malo con el miedo que me dan es que soy capaz de chillar en mitad de la sala.. y me da verwensa jajaja pero la verdad que después de leerte me ha apetecido... Sólo una cosa, hay ya un actor que ganó un oscar póstumo en los setenta, se llama Finch, pero no me acuerdo del nombre de la peli... (carita pensante)